4.10.15

¿Se tendrá mi castillo de naipes? (ensayo) de EVANGELINA RODRIGUEZ

Como parte de esta generación actual de dominicanos, es importante divulgar el legado recibido de nuestros antepasados, especialmente de personalidades que en su tiempo vivieron el dolor de la exclusión social y económica, y la superaron. Ahora, como ayer, siguien habiendo millones de dominicanos pobres excluidos de la riqueza, las oportunidades y la capacidad de visualizar  "sus sueños y armar castillos". Es para ellos este ensayo de EVANGELINA RODRIGUEZ, primera mujer médica de la República Dominicana escrito en 1925.

Biblioteca de Letras Dominicanas

¿Se tendrá mi castillo de naipes? (ensayo)
Hoy es 22 de Abril y hace un sol espléndido con una temperatura agradable que no es ni caliente ni fría. Yo no estoy triste; pues lo único que me devuelve la alegría es el sol: no puedo negar que soy hija del trópico, y que tengo en mis venas más sangre negra que blanca.

Hoy es día de fiesta: yo no trabajo: sueño: hago castillos en el aire; yo no pierdo nada con eso, esa es una forma de trabajo: hay un escritor que dice, que lo único malo que hay en el fabricador de castillos de naipes, es que no los acaba, que hay que acabarlos. Y no sé si yo podré acabar el mío; lo que si sé es que es un castillo maravilloso, estupendo que contiene nada menos que la salud y la protección de la infancia de la patria ¡oh la pobre enferma! Ya veremos si las mujeres dominicanas somos capaces de comportarnos como las mujeres griegas. No las de la antigüedad, sino las de hoy; pues hace como dos años que se han reunido todas las mujeres de Atenas con el objeto de devolverle a la Grecia su antigua belleza y fortaleza. Creen las dominicanas que Grecia tiene más medios que Santo Domingo? no lo crean, ese pueblo es más pobre cien veces que nosotras. Ese pueblo frugal que en la antigüedad se nutría casi de higos y uvas, es el mismo de hoy y se nutre lo mismo; porque su suelo lo obliga a la frugalidad, porque es seco y estéril habiendo regiones que no dan más que captus.

Yo lo sé porque lo he leído y porque las griegas de París me lo cuentan y las que han viajado.
En lo que es sí más rica la Grecia que Santo Domingo, es en cultura y en voluntad, que es mucho.
Esas mujeres han fundado una infinidad de gotas de leche y de maternidades apoyadas por grandes médicos; y tienen un gran cuerpo de enfermeras volantes lo que aquí en Francia le llaman la enfermera visitante, que entra a los hogares para informarse de si la mamá sigue la prescripción médica, y de ayudarla en la comprensión de la cosa explicándosela una vez más y hacerle cumplir las órdenes.
En estos días me acaba de decir un dominicano, que Santo Domingo tiene el 75% de la población enferma, yo no conozco las estadísticas ni sé si las hay; pero no creo que esa persona tenga necesidad de mentir porque es gente seria.

Además; las cartas que recibo de San Francisco de Macorís me asombra por la cantidad de muertos que me anuncian, así como las de San Pedro de Macorís; y una de mis discípulas me añade: “por qué es que se muere tanta gente?”  Yo digo que eso es espantoso dado la exigüidad de los habitantes.
Mon Lara que no es médico me dijo un día tocado del mismo asunto: “En qué consiste la mortalidad infantil tan terrible de los campos de San Francisco? aquí casi todos los recién nacidos se mueren”. Yo le dije: que por qué se mueren? por la ignorancia, por la incuria.

Esta estadística de la Rusia nos dá la clave. Niños mal cuidados de madres que saben leer, 8%. Niños mal cuidados de madres que no saben leer, 23%. Mortalidad infantil de madres que saben leer bien, 4%. Madres que leen pasablemente, 4,5%. Madres que no saben leer del todo, 23%. Ya ustedes ven la importancia que juega la instrucción de la madre en la vida del niño. Los del campo mueren más que los de la población, por la misma causa.

Los hijos naturales (sin padre), son abandonados en número de 39% mientras que los legítimos lo son en número de 9%, pero se comprende bien, la mujer sola está obligada a abandonar su hijo y a descuidarlo para ganarse el sustento; mientras que la casada generalmente, es el marido quien gana la vida: por eso es que la vasta obra de protección de la infancia, tiene tantos puntos de importancia capital, y uno de ellos, es un abogado unido a ella, un consultor digamos, donde la mujer pueda venir a consultar sus asuntos de orden social como es la prueba de la paternidad de su hijo, que es como la salvación del mismo. Esto no pasa solo en Rusia sino en Francia, en todos los otros países, la mortalidad de los hijos naturales, es mayor que la de los legítimos.

Esta obra comprende la fundación de Gotas de Leche a fin de que los niños que no son alimentados por el seno o lo son incompletamente, reciben una buena leche esterilizada y preparada convenientemente y de esa manera destruir la diarrea, puerta de entrada de todas las infecciones y sobre todo del cólera infantil, que según el profesor Marfan mata al igual que la sífilis, la broncopneumonia y la tuberculosis.

Las Gotas de Leche, no dan la leche, sino la venden a bajo precio para no acostumbrar a la madre a la mendicidad, solo se le dá en caso de miseria extrema. Se distribuye cuando es necesario ropita para el niño y canastillas a la futura mamá que no tiene. Las madres se hacen venir una vez por semana con su bebé a la consultación para pesar el niño y darse cuenta de su modo de crecimiento, así como para darle el consejo sobre la manera de cuidarlo y alimentarlo.

La protección de la infancia comparta también la fundación de una escuela de Puericultura donde se instruyen las madres, las médicas, las jóvenes, las comadronas y las enfermeras sobre todo la visitante, destinada a frecuentar los hogares para la seguridad de la obra.

La Puericultura según Pinar y Variot, grandes sabios en la materia, debe ser enseñada en las escuelas desde la edad de 11 a 12 años hasta 18 en Francia. En Rusia lo hacen desde 4 hasta 12 y 18. De los EE. UU. no sé, solo sé que ellos marchan de acuerdo con Francia. Alemania tiene una organización muy perfecta, y sabemos por las mismas francesas, que Italia marcha a la vanguardia sobre asuntos de niños.

Los francaises dicen que los Estados Unidos llegan más pronto que ellos porque tienen más carácter. En esa materia hay que ser draconianos como ellos. Allá el puesto de leche que adulteró la leche por tercera vez, es cerrado para siempre, mientras que en Francia, pagan una multa o con unos días de cárcel y eso es todo.

La obra tiene la defensa contra la sífilis, la tuberculosis y el alcoholismo.
Se sabe que el borracho no produce nada bueno y que la sífilis dejenera más la especie que toda otra enfermedad si no la mata. La mortalidad infantil por sífilis es de 80% aquí, y eso es con la lucha tan terrible que se sostiene contra ella! La tuberculosis solo es peligrosa por el contagio, pues se sabe que el niño no nace tuberculoso; y mata en tanta mayor cantidad, que el contagio sobreviene en los muy pequeños. Su proporción es de 100% en los contaminados antes de nueve meses de nacidos. 100% en los contaminados tarde, lo mismo adolescentes no separados del foco de contaminación, 80% en los separados tardíamente del foco de contaminación, y 4% en los separados inmediatamente del foco, pues los contactos repetidos y prolongados con un tuberculoso, no le dejan posibilidad de salvación.

“El estado de los procreadores en el momento de la concepción, rije todo el porvenir del niño” dice como aforismo Pinart. De donde no solo él sino otros sabios opinan que la Puericultura no debe ser pos natal, sino anti natal, lo que llaman Eugenia: engendrar bien. Vigilar el estado de los procreadores antes de la procreación; hacer venir a la mujer, en estado de gestación frecuentemente a la maternidad, y si es sifilítica someterla a un tratamiento a fin de que dé a luz un niño que si no es sano, es viable, y ese niño, no se abandona sin tratamiento.

Si la mujer es tuberculosa, se le deja en observación hasta que dé a luz, y se le separa inmediatamente del niño.   Si son intoxicadas por el alcohol, la morfina, el plomo etc., se les cura y se les separa del peligro, se lucha para que el niño nazca sano y fuerte. En las débiles, las fatigadas por exceso de trabajo las muy pobres que no comen bien, se les ayuda con socorros de dinero, de comida, se les hace reposar para que el niño no nazca débil sino con su peso normal capaz de hacerlo vivir.
Aquí hay cantinas maternales donde la mujer encinta de tres meses viene a comer y las que dan el pecho hasta la edad de diecisiete meses época en que el niño toma otro alimento.

Ahora yo pienso: si las mujeres de Santo Domingo me siguen, y nos apoyamos en las comunidades religiosas, si fundamos las bibliotecas ambulantes dando el libro a domicilio a precio relativamente módico; si organizamos las asociaciones de madres pudientes a razón de $2 anuales y conseguimos que cada sociedad y teatro nos dé una fiesta anual como lo hacen aquí y en otras partes a favor de la-obra y sobre todo las naciones del norte como Irlanda y Noruega que han llegado a obtener la cifra de mortalidad, más baja que todas las otras naciones, por su celo sin límites, pues en Noruega la prostitución está totalmente reglamentada que las pocas mujeres disponibles cuando entra un vapor americano o no importa de qué país, dichas mujeres son detenidas en casas especiales con jardines, que no tienen aspecto de prisión a fin de poderlas retener y que no se infecten de enfermedades venéreas y contaminen a la juventud.

El culto por los niños es tal en Noruega, que solo ganan las artistas que pintan niños.
Una amiga rusa que me cuenta todo eso, me dice, que allá nunca un automóvil ha matado un hombre, y que una vez uno mató a un gato, y la prensa no se calló durante tres meses.
Yo no dudo que ustedes buenas dominicanas me ayuden; pues yo les he visto a muchas en el Cibao el alma, cuando durante la influenza yo iba a pedirles para alguien que estaba enfermo o para envolver a un niño pobre.

Mis vecinas me abrían todas sus armarios sino sus botiquines y sus bolsillos, para que cojiera lo que me hacía falta, y me repetían: venga a buscar lo que crea que podemos darle. Quién fué la que me negó pan o cobertura para alguna viuda y algunos huérfanos, ninguna!! .... yo sería injusta si dijera lo contrario.

La señora con quien yo vivía había dado la última sábana de su armario, y si yo me acostaba muchas veces al alba por deber, ella lo hacía lo mismo por amor a la humanidad; la dulzura y la santidad de aquella buena mujer que tenía el alma de seda, aterciopelaron más la mía. Yo me despertaba en las mañanas como aquí, entonando un himno al Señor y otro a la vida, y bendiciendo a aquella María del monte Carmelo, que el azar había puesto a mi paso.

Solo que allá me despertaban los trinos de un ruiseñor que cantaba en el mango del patio, y a quien yo le decía sonreída desde la cama: gran bohemio ¿dónde tienes el nido y la compañera? dime si ya te has desayunado o si te es suficiente esa lluvia de arpegios que le dedicas al sol.

Yo divago, pero vuelvo a mi asunto. Y ahora yo os pregunto mis buenas amigas: dado el caso que llegáramos a la realización de mi sueño y organizáramos la protección de la infancia de un extremo a otro del país”, que fundáramos las Gotas de Leche, para que la mamá recibiera cada mañana su canasto con las botellas conteniendo la ración de todo el día esterilizada y su correspondiente tetina también esterilizada; que fundáramos las preventorias las colonias de vacancias donde los niños pre-tuberculosos, los setivos, los que no aumentan su curva ponderal fueran a pasar los tres meses de vacancia dando la preferencia a los más débiles como lo hacen aquí, y no dejándolas entrar a su casa, si hay algún pariente tuberculoso hasta que el peligro no haya desaparecido; si fundamos las maternidades mismo en el último villorrio aunque la casa en que se aloje dicha maternidad no sea más que una barraca, pero que esta barraca tenga por objeto salvar la vida a infinidades de seres, pues este conato de maternidad mismo sostenido por un médico poco competente y una comadrona escasa estarían la vida del niño y de la madre más garantizadas, pues la limpieza se sostendría y la infección puerperal y el tétano no existirían; si fundáramos en cada provincia un laboratorio para examen de las leches y reacciones serológicas a fin de descubrir la sífilis y llenáramos los patios de las fábricas, las letrinas de todos los lugares de recreo, del Ayuntamiento, de las cárceles, de las oficinas, los caminos reales, las barrancas de los ríos, los hospitales, etc. de anuncios contra la sífilis, en letras rojas, o azules, o negras que sean grandes para ser vistas de todo el mundo como hacen los americanos que los franceses dicen que son ellos los que los han enseñado a hacer anuncios, pues un anuncio en letra pequeña y junta no lo lee nadie; si conseguimos tener la consultación permanente como aquí hasta media noche, y el domingo hasta el medio día; y los días de trabajo a la una del día; pues el que no tiene tiempo a una hora, viene a la otra.

Es que conseguido todo eso habremos triunfado? no: que nada podremos hacer sino nos apoya el Estado, como lo hace aquí o en casi todo el mundo, que todas las iniciativas privadas o no, son apoyadas por él y casi todas son dirijidas por el oficio central de Higiene y Beneficencia.

Con qué derecho, yo os pregunto, separaríamos a un niño de sus parientes porque estos fueran tuberculosos o ebrios o muy miserables, si no hay leyes que nos apoyen? Qué derecho le asistiría a una enfermera visitante a entrar a un hogar para dar consejos a una mamá, para delatarnos las enfermedades o la miseria, si esta madre considerándola como una intrusa sería capaz de ponerla en la puerta, pues aquí en Europa, aunque eso no sea mas que del 1% siempre pasa, pues ignorantes hay donde quiera. Nosotras no necesitamos solamente la fuerza moral de la obra, sino la fuerza de la fuerza. En los Estados Unidos, la enfermera volante tiene a su disposición toda la policía, a fin de hacerse respetar y que se cumpla la ley.
Las escuelas aquí están de acuerdo con la obra; hay algunas especialmente de los barrios pobres, donde las maestras no salen hasta las 6 de la tarde; pues retienen los niños hasta que las mamás vienen a buscarlos cuando éstas salen del trabajo, las que trabajan afuera. La escuela les dá la comida del medio día sin pan, por un precio tan bajo que es de un franco a 0,80 cent, y por nada a los muy pobres. Todos traen su pan por la mañana y su postre.
En la Argentina hay distribución de leche gratis en las escuelas pobres.
En la lucha contra la sífilis necesitamos que el Estado declare fuera de derecho todos los arsenobenzenes, todos los bismutos y los mercuriales utilizables, a fin de que las curas sean baratas y mismo de balde a las que no puedan pagar, que los Ayuntamientos tuvieran una cantidad a disposición del público, y que nos sostuvieran una consultación permanente con un médico de buena fé que le haga saber a su enfermo que 3 o 4 inyecciones 606 o de 914 no lo curan, sino lo que hacen es agravarle su sífilis, que 5 años en el hombre y 8 en la mujer de tratamiento consecutivo de 4 curas al año, no son a veces suficiente para curarlo, y que 15 o 20 años después del accidente primitivo si no antes él puede ser sorprendido por la tabes, la parálisis general, una enfermedad del corazón, del hígado, del riñón, de los ojos etc., que dicha enfermedad no perdona y que-toda su generación será sifilítica hasta la última, que la sífilis duerme a veces en una generación para despertarse en la siguiente eligiendo siempre a los más débiles; que casi todas las malas formaciones como el pie, boca, labio leporino, imbecilidad, idiocia y desequilibrio, vagabundaje, prostitución etc., son debido a infecciones entre otras la sífilis.
El Dr. Jauselme cuando viene uno con sífilis reciente a la consultación le dice: “Ud. será limpiado en algunos días pero no curado; Ud. debe venir durante meses y si enposible años, pues de lo contrario le va a venir desgracia, gran desgracia tanto a Ud. como a su descendencia”; y se lo repite varias veces. Además él lo envía sin pérdida de tiempo a buscarle la amiguita que lo contaminó, pues él dice que así es como se hace profilaxis social, porque si se deja la fuente, ésta sigue contaminando.
Otra, el estado debe dar órdenes a todos los cónsules en el extrangero de que no despachen mujeres solas, que sean los maridos con sus correspondientes partidas de matrimonio y un certificado de sanidad, los que demanden el pasaporte porque así se Suprime en parte una fuente de infección.
Las mujeres que hicieren el oficio en el país se reglamentarán y se curarán, pues suprimir la prostitución es imposible, ya lo dijo San Agustín cuando da consejos a la juventud, cuando le dijo: “entra; pero no te detengas” pues según él a las sociedades que se les cierran las casas de prostitución les sucede como a las ciudades a las que se les cierran los pozos negros y los al báñales, que como las inmundicias no tienen donde vaciarse, se desparraman por ellas.
La República se salva, cuando sus representantes se den cuenta de lo que es un organismo, y obren como elementos de tal. Media hora después de una sangría, el torrente sanguíneo se ha repuesto; pues el organismo ha puesto en juego todas sus fuerzas misteriosas para reintegrarlo: células intersticiales del tejido conjuntivo, células endoteliases de los vasos, órgano hematopoijéticos, todos se ponen en actividad increíble, a fin de reintegrar la sangre, y con  establecer el equilibrio orgánico.
Yo he oído la conferencia de un sabio japonés y he sentido envidia cuando lo he oído decir que todos los cambios de su país se han hecho por una evolución y jamás por una revolución: nuestra civilización consiste, dice él en que nos adaptamos todas las civilizaciones, lo que es una gran cualidad. Hay pueblos como hombres, que creen que todo lo poseen y que ya han acabado.
Dice que en el Japón aman mucho los regalos, que cada persona que hace una visita aporta un regalo, y que una vez, se llegó a abusar tanto, que el gobierno, que no ama lo inútil ni superfluo,  votó una ley suprimiendo todo regalo que no fuera de alguna utilidad. Así ellos adaptan las leyes a las necesidades y al medio. ¡Oh, qué sería yo dichosa si nosotros tuviéramos leyes que les impidiera a las provincias hacer fiestas y reinados que no tuvieran como objeto alguna utilidad!
Macorís hizo una vez $12,000 de un reinado, y los despilfarró en fiestas y bebentinas sin hacer un solo Medallón a los próceres, a algún poeta, sin una sola obra. Eso no le cabe a Salcedo, la poblacioncita de cordura y de mujeres bonitas que cada vez que hace una fiesta, y la hace con algún  finmejora su casino, sus calles, hace alguna obra. Yo no sé si me equivoco, pero creo que las mujeres de Salcedo me secundan, en la iniciación de una obra, Yo lo repito, la República no debe contribuir a ninguna obra  que no sea nacional, hasta que no se reponga.
Ella le dio a la Cruz Roja americana, más de $70,000 durante la guerra, cuando la República Argentina que es inmensamente rica, no dio más que $10,000.   Si Santo Domingo los dio por miedo o por vanidad, yo no lo sé; lo que sí sé es que la Cruz Roja americana hace derroche de esplendidez, pues le regaló $300.000 a las gotas de leche francesas, y hay preventorias y  terrenos muchos, regalados por ella a las obras de beneficencia de aquí.   A mí no me duele que se lo den a Francia, que es simpática, que tiene sus puertas abiertas al mundo entero y va a la cabeza del latinismo, lo que me duele es, que con lo que nos arrancan a nosotros hagan semejantes esplendideces y que le hagan honor a otro mientras a nosotros no nos den más que oprobio.-   Esos $70,000 pesos debieron servir para protejer nuestra infancia y nuestra población contra el paludismo, la anquílostoniasis, la sífilis y la tifoidea; pues en San Francisco de Macorís ha habido tiempos de haber 90 casos de tifoidea, pues casi toda la población bebe agua del Jaya, el riíto de corriente exigua donde van a parar las aguas sucias del matadero, las letrinas de la cárcel, las aguas de los lavados y todas las suciedades de la población. Ese dinero debió servir para desviar la corriente de ese río lejos, donde el pueblo no alcance el agua y abrirles pozos que al menos el pozo tiene el agua filtrada. La Semana Patriótica, la Cruz Roja, los rusos y qué sé yo, los americanos, todo eso dejó al pueblo en un estado de agotamiento tal, que del Cibao me escribieron que daban 15 plátanos por un medio, y había quien no los pudiera comprar, lo que me hacía llorar aquí.
La semana patriótica no me duele, porque fué para el país, pero me duele de los rusos, pues cuando una amiga rusa que tengo aquí me veía dar para los niños rusos, me detenía la mano diciéndome: “no dé, que Ud. es pobre y no sabe a qué manos va a parar ese dinero; yo más que nadie sé del hambre rusa; pero sé también que muchas veces el dinero que llega va a parar a manos del bolsevismo y que ellos se compran autos y lo que les place, mientras el pueblo sigue muriendo de hambre”. Yo les doyesta lección a los dominicanos; Dios quiera que la aprovechen. Sepan que antes que el extrangero somos nosotros, y que ningún pueblo es grande, porque otros que no sean sus hijos lo hayan hecho; que Francia, Alemania, Inglaterra, América del Norte, Japón, Suiza y los demás pueblos, grandes, los han formado sus hijos y son ellos quienes los han engrandecido.
Y ahora: se tendrá mi castillo de naipes?
EVANGELINA RODRIGUEZ.
París, Abril 22-1925.   
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NOTA: Este ensayo tiene 90 años en este 2015, y fue escrito en Paris, Francia, en donde EVANGELINA RODRIGUEZ hizo especialidad en obstetricia y ginecología (1921-1925) en el hospital Broca y en la Maternidad Baudelocque, respectivamente. 
Biografia:

MUNDIACCION: DOCTORA EVANGELINA RODRIGUEZ 

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