Historias por conocer...
Una de esas distracciones de buena parte de los colonos era mantener relaciones sexuales con las esclavas africanas, quedando muchas de ellas embarazadas y procreando un gran número de mestizos.
La inmensa mayoría de oficiales que allí estaban cumpliendo servicio se desentendían por completo del hecho de haber tenido descendencia, pero el caso de John Lindsay fue totalmente diferente.
En 1761, fruto de sus relaciones sexuales con la joven esclava María Belle nació una niña a la que llamó Dido y, a pesar de su juventud (24 años de edad), el ya por entonces capitán decidió que quería darle un futuro mejor a esa pequeña niña, quien durante sus primeros años de vida vivió y creció como una esclava.
Cuando en 1765 le llegó la hora de volver a Londres, John Lindsay no dudó en llevarse consigo a la pequeña Dido, pero no podía responsabilizarse de ella al estar soltero y era consciente que provocaría muchísimas críticas y algún que otro disgusto dentro de su estricto y aristocrático entorno familiar.
Por este motivo pensó que quien mejor podría cuidar y criar a su pequeña mestiza eran sus tíosWilliam Murray y Elizabeth Finch, Condes de Mansfield, quienes llevaban varios años queriendo tener descendencia sin haberlo conseguirlo.
Lindsay conocía bien a sus tíos y sabía que la niña sería querida como si fuese propia y, sobre todo, sin importarles el color de piel de la pequeña. Murray por aquel entonces ocupaba el importante cargo de Presidente del Tribunal Supremo del Reino Unido y siempre se había destacado por su defensa por abolir la esclavitud… quién mejor para confiarle el cuidado de Dido.
Apenas un año después el matrimonio Murray acogió en su residencia a otra pequeña llamadaElizabeth, también sobrina del juez y que había perdido a su madre poco después de nacer.
Las niñas se llevaban un año de edad y se criaron como si fueran auténticas hermanas, aunque en realidad eran primas de sangre. En el ámbito familiar no hubo ni una sola distinción entre ninguna de las dos, aunque la ley (tantas veces injusta) consideraba a Dido como esclava debido al color de su piel, motivo por el que en algunos documentos figuraba como dama de compañía, pero en realidad jamás se le dio un trato diferenciado respecto a Elizabeth.
La joven mestiza creció en un entorno lleno de amor y respeto hacia ella y sus orígenes. Evidentemente, había algunos miembros del círculo más íntimo de la familia Murray que no veían con buenos ojos que el matrimonio tuviese un trato exactamente igual y sin diferencias entre las niñas que fueron creciendo, pero, a pesar de ello, el juez decidió hacerlo así y dejar parte de su herencia y fortuna. También dejó un documento que aseguraba su libertad, con el fin de que nunca pudiese ser considerada como esclava. William Murray era consciente de que mientras él viviese nadie, de la estirada sociedad británica, osaría meterse con Dido, pero tenía el temor de que una vez faltase alguien pudiese menospreciarla por su color de piel.
Dido Elizabeth Belle, nombre con el que había sido bautizada a su llegada a Inglaterra, vivió a lo largo de tres décadas en la residencia familiar de los Murray. A los 32 años de edad, tras el fallecimiento de William en 1793, contrajo matrimonio con John Davinier con quien tuvo tres hijos.
En 1803, a la edad de 43 años, Dido falleció, aunque en ninguna fuente consultada indica el motivo de su muerte. Una corta vida para una mujer que, a pesar de haber nacido como esclava consiguió vivir como una aristócrata.
Fuentes: sharonlathanautho
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