CON MI INTIMA CONVICCION. Me lo preguntan y me lo pregunto... De cómo es posible que con casi un cuarto de siglo en EE.UU, respetando sus reglas y leyes, cumpliendo con mis deberes y contribuyendo con mi fuerza de trabajo a esta gran nación que quiero con el alma y de la que estoy tan agradecida... sí, cómo es posible que no he podido dejar de amar a República Dominicana, cada rincón de sus entrañas y montañas, cada uno de sus rios, riachuelos, lagos o mares, cada flor o palma, cada vestigio del pasado y belleza de hoy... cada sonido de sus pájaros y voces de paisanos... Sí se vale orar por ella al altísimo por su bienestar y desearle con todo nuestro corazón en este momento y siempre que Dios la siga bendiciendo...Romanos 8:31 dice "Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
Viva la República Dominicana!
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